Autodenominados «presidenciables» y cómo tontear en el desconocimiento político.

¿Quién dijo que Carolina es presidenciable, Yayo, Collado, Fellito, Wellinton…? Es que todos lo son… pero poseen el mismo denominador común… no suman un voto fuera del PRM.

El PRM hoy es un partido grande, pero para subir necesitó la Fuerza del Pueblo y, en el camino, Luis terminó «cayendo bien», mientras «compraban» a todo el que podían haber comprado para crear una alianza que nunca sabremos cuánto costó.

Si bien es cierto que Luis gobernará 4 años, también lo es el que ninguno de los autodenominados presidenciables es suficientemente bienvenido fuera del partido y no se les conoce discurso que enamore pues, para comenzar, hay que referirse al desastre eléctrico, el costo de la vida muy elevado y la violencia que tiñe de rojo las calles, junto a la eterna Salud Pública abandonada, la Educación que no sale del sótano y el caos ciudadano.

Siendo gobierno, les será muy difícil conectar con un electorado que no confía en la clase política, cada día menos.

En este contexto, ¿con quién cuentan los autodenominados presidenciables para ganar, más allá de unas primarias que hoy amenazan incluso con la posibilidad de romper al partido? La estupidez política se nota en esta carrera prematura con que comienzan a inundar los grupos de WhatsApp y hablan los comunicadores que no son capaces de crear temas.

¿Qué aportan a una nueva sociedad en medio del tercer mundismo que, con el ocaso de Occidente, amenaza con mandarnos al quinto espacio, tan lejos de Asia, tan cerca del norte?

Quedan muchos meses para las nuevas elecciones, aunque para la insipidez trivial de los que creen que estar en «competencia política» es «gusto de todos». Los cambios que se van dando en el mundo, cada día más convulso, deberían enseñar, si es que son capaces de entender, a los autodenominados presidenciables que nada es tan simple como creen y el camino promete ser tortuoso al extremo, casi imposible de escalar.

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